Es una guerrera. Desde que nació tuvo que
luchar con todo para sobrevivir. Pasó la mayor parte de su niñez y algo de su adolescencia en hospitales, quirófanos, consultorios médicos, medicamentos, análisis y una serie de cosas que hicieron que su vida no fuera “normal”. Decidieron llamarla Lucero, porque eso fue para su familia: una luz en medio de la oscuridad de su enfermedad.
Nació con un problema de riñón. No se le desarrollaron normalmente y por consiguiente no funcionaban adecuadamente. Fue una niña no corrió, ni supo de parques, jardines y los juegos típicos a los que juegan todos los infantes.
Ella desde que nació y sus primeros años los pasó entre inyecciones, cables, doctores y enfermeras. Sin embargo cada vez que podía sonría y jugaba con lo que tenía a su alcance.
Le daban pocas esperanzas de vida, sin embargo, sus padres, José Tomás Ramos y María Teresa Díaz, se empeñaron en que su hija podía vivir, sin tener recursos económicos tuvieron la valentía de luchar y sortear todos los obstáculos que se les presentaron para lograr que Lucero tuviera una vida lo más normal posible.
Les hablaron de un trasplante de riñón y decidieron hacerlo. Lucero tenía pocos años, seis años para ser exactos, cuando se le practicó dicha operación.
Los pronósticos no eran muy favorables, sin embargo decidieron apostar por la vida y fue su madre, María Teresa, quien le volvió a dar la vida al donarle el riñón.
La operación se realizó en otro estado, aquí no había los avances tecnológicos y médicos para lograrlo.
El trasplante fue un éxito y en Aguascalientes le dio seguimiento un nefrólogo e internista, Óscar Omar Ron Torres, quien la ha tratado desde entonces.
Han pasado 18 años desde entonces, sin embargo fueron más operaciones a las que tuvo que someterse Lucero para poder quedar mejor ya que su cuerpo sufrió las consecuencias del mal funcionamiento del riñón.
Una de esos consecuencias es que su estatura es pequeña y eso algunas personas, esas que no tienen la cultura ni la sensibilidad necesarias como para entender el dolor ajeno, han hecho escarnio sobre ella.
Su etapa escolar, tanto en la primaria como en la secundaria fue difícil, las burlas no cesaban, a pesar de eso el carácter de Lucero y el apoyo familiar hicieron que saliera adelante y tuviera ganar de sobresalir de demostrar que sí se puede y que los límites no están en el cuerpo, sino en la mente.
Se convierte en profesionista
Por las constantes citas médicas y recaídas, la preparatoria le tuvo que hacer semiescolarizada y asistir sólo los sábados. Cuando concluyó decidió estudiar una carrera y se decidió por la Piscología, misma que terminó con éxito.
Su historia es poco común, ya que según las estadísticas, los enfermos renales tienen pocas esperanzas de vida y menos de llevar una vida “normal”.
Hoy Lucero Ramos Díaz da apoyo psicológico a quienes, como ella, padecen enfermedades renales. Ella sabe lo que cuesta sobreponerse, contar con apoyo, salir adelante.
Ella lo enfrentó prácticamente sola, porque en ese tiempo no existían asociaciones que apoyaran. Ahora ella está la Fundación Apoyo Renal de Aguascalientes (FARA), que dirige el doctor Rubén Galaviz Tristán.
En la entrevista que Lucero concedió a www.noticiags.com habló de la cantidad de enfermos renales que hay en Aguascalientes, las causas que las provocan no se saben a ciencia cierta, pero pueden ser muchos factores, uno de ellos, el agua.
Hay municipios, como Calvillo, donde el índice de enfermos renales es muy alto y todos ellos, sobre todo los que se encuentran en etapas avanzadas, necesitan de apoyo terapéutico y psicológico.
La historia de Lucero es impactante, es una mujer dulce, amable, sencilla, pero también fuerte, que no se vence ante la adversidad, una guerrera que supo salir adelante y que hoy tiene la mano a quien lo necesita.
¿Con qué sueña?
A la pregunta de qué le falta por hacer, Lucero es clara y directa: Realizarse como mujer al casarse con un hombre que la valore y comprenda, formar una familia en donde haya varios hijos.
Lucero es un ejemplo de vida, una prueba viviente de que cuando se quiere, se puede, sin importar la adversidad ni los obstáculos, porque ella tendrá una estatura física pequeña, pero su grandeza de alma y corazón es gigante, una mujer digna de admiración.
Gracias… saludos noti@gs!!!