“México no a avanzar con Enrique Peña Nieto, no hay incentivos de trabajo, en campaña dijo que iba a haber un seguro de desempleo, ¿dónde está?, es exactamente lo mismo que vimos con Salinas de Gortari, que por decreto vamos al revés, en lugar de tener más empleos y mejor pagados, hay más desempleo y los que tienen doctorados o maestrías no encuentran trabajo porque a las empresas les importa más mano de obra barata que calidad”, dijo en conferencia de prensa Jesús Medina Olivares.
El tema también fue abordado por el presidente del PT, Héctor Quiroz García, quien aseguró que el ingreso en México es el menor de los 34 países que forman la Organización para el Crecimiento y Desarrollo Económicos (OCDE); y que las condiciones de empleo para mujeres y jóvenes siguen siendo precarias.
Según los datos del INEGI, el salario mínimo ha perdido el 71 por ciento de su poder adquisitivo desde 1976, actualmente en México se gana alrededor de cinco mil 400 pesos mensuales, “se ha quedado estancado en términos reales desde 1992”.
Medina Olivares lamentó por otra parte que el presidente de la República que la edad mínima para trabajar sea de 15 años, “porque esos jóvenes van a ser explotados, cuando deberían de estar estudiando y preparándose para ser mejores”.
Atribuyó a esto la fuga de cerebros ya que es en el extranjero donde los jóvenes que se preparan y tienen talento se les abren las puertas, se les impulsa y pueden hacer grandes cosas, mientras que los que se quedan aquí, aunque tengan la mejor preparación, no tienen trabajo porque no les conviene pagarles bien a las empresas trasnacionales.
Ambos petistas aseguraron no estar en contra de que vengan empresas a invertir a México y a Aguascalientes, “lo que no está bien es que se les paguen sueldo de miseria, como en Calvillo, donde la gente prefiere trabajar de albañil o en la pizca de guayaba, o de plano irse a Estados Unidos que trabajar en las dos empresas que hay ahí con un sueldo de 600 pesos semanales”.
Y es que aseguraron que los políticos mexicanos siguen el modelo de los años 70, cuando iban a ofertar los países a Europa para hacer atractivo a las empresas que vinieran a invertir “pero se les sigue poniendo todo en alfombra roja, se les regalan los terrenos y se les condonan todo lo que pueden de impuestos”.
Este modelo neoliberal “ya no funciona, pero siguen empecinados en mantenerlo, aunque haya más pobreza, y es que con el salario mínimo que se paga hoy en día lo que se alcanza a comprar es una hamburguesa y tres cuartos, con eso no se alimenta una familia”, señaló Medina Olivares, recalcando que con esto no es que apoyen a la comida chatarra o las aguas negras del imperialismo.
Quiroz García señaló que para erradicar la situación, se requiere de mejorar la calidad de los impuestos de trabajo y reducir la informalidad, pues casi el 60 por ciento de los empleos en México, se encuentra en el sector informal.
Fracaso de la Feria del Empleo
Por otra parte, los petistas afirmaron que la Feria del Empleo que se llevó a cabo ayer en un hotel de la ciudad organizada por Gobierno del Estado, fue un rotundo fracaso.
Varios aspectos resaltan. La ausencia de NISSAN y sus filiales manufactureras, que tanto presume la actual administración, que son la que ofrecen una relativa mejor expectativa profesional y económica, a los solicitantes.
Previamente a los interesados en asistir se les requería de realizar un pre-registro vía internet, dejando en desventaja a las personas que no cuenten con equipo de cómputo o conexión a internet, no obstante que solicitaran un puesto de obrero.
Por otra parte, se destaca que la gran mayoría de las empresas ofertaban puestos de bajo perfil, prácticamente operarios y los menos con un perfil profesional salarios muy bajos, lo cual evidentemente decepcionaba a una gran cantidad de jóvenes profesionistas que, muchos aceptaron estas condiciones y que implica el abaratamiento de mano de obra.
Informe Simbólico
En cuanto al informe de Enrique Peña Nieto, Medina Olivares lo calificó como “simbólico” donde resaltó el gran despliegue propagandístico para exaltar la figura presidencial.
Esta avasallante propaganda reduce la posibilidad de conocer y contrarrestar otras posturas y cuestionamientos para recibir información útil y objetiva para la ciudadanía.
De la misma manera el marco del informe evidencia un formato totalmente disfuncional, que ha tocado fondo. No propicia un diálogo ni la posibilidad de intercambiar perspectivas en una relación normal de equilibrio de poderes.
Por una parte los legisladores en el Congreso con sus posicionamientos, y por otra el Presidente un día posterior en Palacio, con un auditorio y aplaudidores a modo pronuncia un mensaje a la nación.
En éste diálogo de sordos entre poderes, que nos recuerda la frase de Salinas, “ni los veo ni los oigo”, se soslaya a la sociedad, que es quizá, lo que menos les interesa, pero que, paradójicamente es donde debe residir el poder.
En suma, el informe presidencial, que debería ser un instrumento de rendición de cuentas del Ejecutivo frente a Legislativo, que representa, en teoría al pueblo en los hechos es eminentemente simbólico y poco efectivo en términos de democracia.
Por otra parte, el triunfalismo oficial se opone la realidad. Seis de cada 10 mexicanos no aprueban la gestión de Peña Nieto. Es la más alta de los últimos tres presidentes. Su reforma energética tiene 60 % de desaprobación.
Lo anterior explica la apabullante campaña de propaganda en todos los medios.
Respecto al contenido del informe, en un discurso totalmente triunfalista, el énfasis lo puso en la aprobación de las reformas estructurales, a las que calificó de audaces y andamiaje constitucional para alcanzar el desarrollo nacional.
Resulta insostenible pensar que el desarrollo del país se va a alcanzar por decreto. Es una falacia. En todo caso, las reformas son el piso para emprender el desarrollo.
Hubo poco contenido, la lógica de discurso en su estructura representa más la de un vendedor de esperanzas. Y a largo plazo, como el aeropuerto, ampliación del metro, entre otros.
Pero se supone que el objeto de un informe radica en rendir cuentas a la nación de la situación que mantiene la administración pública federal. Se comunica las obras realizadas, escuelas y hospitales, programas sociales, inversiones, etc.
No hubo nada al respecto. Pareció más bien un discurso de toma de protesta señalando lo que va a ser, además sin precisar.
Por otra parte existen asuntos cruciales en donde los resultados no están a la vista como el crecimiento económico, Nuestra economía está deprimida, no hay crecimiento. En el año de 2013 fue de sólo del 13 por ciento. En 2014 la meta, después de tantas variaciones se ubica en 2.7 porciento.
Recordemos que durante su campaña Peña Nieto denostaba a los gobiernos panistas, incapaces de crecer a tasas relevantes y que era una vergüenza que el crecimiento anual no llegara siquiera a 2 por ciento.
El mercado laboral tampoco ha mejorado a pesar que se inició con una reforma laboral promulgada a finales del sexenio de Felipe Calderón.
En materia de empleos, se genera poco y más remunerados. De acuerdo al IMSS, ente diciembre del 2012 y junio del 2014, se crearon 904 mil nuevos puestos de trabajo, muy por debajo del millón de empleos anuales que prometió.
En cuanto a salarios se registra una pérdida importante del poder adquisitivo. De acuerdo al CONEVAL en el cuarto trimestre del 2012 las familias tenían un ingreso mensual para satisfacer sus necesidades básicas de mil 592 pesos; para el segundo trimestre de 2014, ese ingreso se redujo a mil 516 pesos.
En lo que va del gobierno de Peña, el salario mínimo aumentó solo 5 pesos. Es una vergüenza que México junto con Haití ostente los salarios más bajos de la OCDE.
En contraste, entre 2013 y julio de 2014, el precio de la canasta básica se incrementó en el ámbito rural de824 a 860 pesos; para el urbano aumentó de mil 159 a mil 232 pesos.
Respecto a temas importantes que no fueron abordados se encuentran entre otros: La inseguridad, el rezago social y el combate a la corrupción. Este último es asunto de la mayor importancia y uno de los problemas más graves del país que afecta su desarrollo, sobre todo porque pone en riesgo la implementación y los resultados de las reformas.
Antes de continuar con las campanas a vuelo de que México ya está en movimiento, como dicen los spots del Presidente y como procede, es de esperarse comparecer a los funcionarios para solicitar información objetiva y pertinente a fin de tener una mejor perspectiva de la verdadera situación que prevalece en el país.