Las reliquias del beato José Sánchez del Río llegaron ayer a Aguascalientes, fueron recibidas en Catedral y permanecerán hasta el 12 de marzo, ya que recorrerán varios puntos de la Diócesis, dio a conocer en conferencia de prensa el Obispo José María de la Torre Martín.
Señaló que «estos son los auténticos héroes, los que derramaron su sangre por defender la fe».
Este mártir mexicano fue asesinado a los 14 años de edad, y parte de su vida se cuenta en la película «Cristiada». Nació el 23 de marzo de 1913 en Sahuayo, Michoacán, cuando estalló la guerra cristera sus hermanos se unieron para defender la fe católica, y aunque él quiso seguir sus pasos, su madre se lo impidió, sin embargo posteriormente la convenció.
El viernes 10 de febrero de 1928 lo sacaron de la parroquia al mesón del ejército federal, le desollaron las plantas de los pies y lo obligaron a caminar descalzo por la calle Insurgentes hasta llegar al panteón municipal.
Mientras caminaba, José Sánchez del Río gritaba vivas a Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe; lloraba y rezaba, hasta que llegó al lugar donde le fue señalada su tumba.
Sus verdugos lo acuchillaron y ahorcaron, cuando le preguntaron qué quería que le dijeran a sus padres, respondió: «Que viva Cristo Rey y que en el cielo nos veremos»; entonces le dieron un tiro en la sien.
Pero antes, el niño tuvo tiempo de escribir una carta a su madre, con su propia sangre, para que se consolara, porque estaba seguro de que él había alcanzado el cielo.
Pasaron años hasta que se le reconoció como mártir y el milagro que lo elevará a los altares y que ya fue aprobado por el Papa Francisco, ocurrió aquí en Aguascalientes, específicamente en el Hospital Hidalgo, donde una pequeña llamada Ximena tenía líquido en los pulmones y no respondía a ningún tratamiento.
Los médicos la declararon sin ninguna posibilidad de vida, pero su madre, devota de José Sánchez del Río, por también ser de Sahuayo, diario le rezaba y le pasaba a la pequeña una imagen del beato.
Inexplicablemente para los médicos, la niña despertó y al poco tiempo sanó. Es por eso que ahora las reliquias del pequeño están en la Diócesis.
En la conferencia de prensa del Obispo José María de la Torre Martín también se habló de los 75 años de la Escuela de Música Sacra, que está al mando del sacerdote Mario Alberto Quezada.
Resaltaron la importancia de que se prepare a los coros, cantores y demás personas que participan en las misas con música y cantos apropiados para las celebraciones religiosas.
De la Torre Martín puso como ejemplo que en una ocasión en San Juan de los Lagos entraron cantando «Amor Eterno», que aunque la letra fue modificada para la Virgen, no deja de ser una canción no apta para un acto litúrgico.
Para finalizar, el vocero general de la Diócesis, Carlos Alberto Alvarado Quezada dio a conocer el fallecimiento del sacerdote Cecilio Morán Delgado, que era el más antiguo ya que contaba con 99 años de edad y 65 como presbítero. Oficiaba la misa, en silla de ruedas, en San Juanito.