Entre las reformas exigidas por López Obrador a su partido, se encuentra la eliminación de todos los programas sociales existentes a la fecha, para la creación de nuevos programas y nuevos padrones sociales discrecionales. Esta propuesta se pretende aprobar mañana durante la sesión de la Comisión de Gobernación, con miras a presentarla ante el Pleno Legislativo de la Cámara de Diputados esta misma semana.
Además, en el artículo 17 de la propuesta de reforma a la ley, se plantea que el Poder Ejecutivo tenga en los estados Delegaciones de Programas para el Desarrollo, que atenderían todo lo relacionado con los programas sociales prioritarios del gobierno federal y cuyos titulares, los ya conocidos como ‘super delegados’, estarían adscritos a la Oficina de la Presidencia de la República.
Estos titulares pueden convertirse en operadores electorales utilizando todos los recursos federales para dotar de más poder al partido de López Obrador. Además de las facultades que se les asignan, no habrá requisitos para su designación, lo que abre la puerta desde a personas que no cumplen con el perfil necesario hasta a quienes hayan sido sentenciados por algún delito: esto alienta el favoritismo, el tráfico de influencias, la corrupción y el conflicto de intereses.
La discusión y aprobación de las reformas a la LOAPF se intenta legislar al vapor y sin certeza jurídica. No se tomaron en cuenta a las Comisiones de Seguridad Pública, Federalismo, Justicia y Economía que demandaron su incorporación al turno de la iniciativa, centrando la discusión sólo en la Comisión de Gobernación.
“Las y los integrantes del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara Baja, advertimos que se trata de una regresión autoritaria que pretende debilitar el federalismo y la democracia mexicana, todo únicamente para cumplir con las promesas de campaña”, aseguró Garfias Cedillo.
Dentro de la propuesta, se ve peligrosa la creación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que suma las atribuciones actuales de la Segob en materia de seguridad, sin un análisis minucioso sobre la concentración de poder. Incluso, en materia de seguridad pública ejercerán el mando por encima de las Secretarías de Defensa y Marina, además de protección civil; hablamos de un “superpolicía” con facultades enormes.