Por José Guadalupe Esquivel
Buenos días amigos, primero que nada, quiero agradecer a todos por su gran apoyo y por estar al pendiente de su servidor y buen amigo. Yo no conocía a nadie en ese viaje, pero sí sabía que la mitad del camión eran familiares, Dios esté con ellos y los ayude, yo solo viajaba con mi novia, y pues Gracias a dios los dos ya regresamos a casa a salvo.
Quiero hoy compartirles mi experiencia y la versión real de lo que realmente pasó en ese accidente.
El día miércoles el camión salió de Aguascalientes a las 11 de la noche rumbo a las playas de Los Marcos, Los Platanitos y La Manzanilla de Nayarit, muy tranquilo el viaje.
Antes de partir, me di cuenta que el chofer era la primera vez que iba a usar ese camión, ya que el dueño le explicaba cómo usar el estéreo, cómo abrir la puerta, etcétera, en fin, no tomé atención a eso, ya que pensé: «no importa, a eso se dedica, no pasa nada».
Todos contentos y felices, la primera parada fue en un Oxxo, después retomamos el camino, y dormí un poco, luego de algunas horas hicimos otra parada para después continuar con el viaje. Me dormí de nuevo un ratito, después desperté y pensé: «ya casi llegamos».
Algunos minutos cuando el organizador se levantó de su lugar y trató de alertarnos desperté rápidamente, decía: «¡El camión está fallando, agáchense!», y yo sacado de onda con algo de miedo pensé: «pero ¿qué le falla? si vamos bien, el camión va transitando», eran alrededor de las cinco de la mañana.
Cuando en cuestión de segundos después de que el señor trató de alertarnos comenzó la tragedia: como pude saqué todas las fuerzas del mundo para abrazar a mi novia fuerte y jamás soltarla, sentimos que el camión se descarriló para después dar vueltas, fueron muchos golpes, no se veía nada, y el camión se detuvo, al impactarse con el árbol, me sentía sofocado, olía mucho a tierra mojada, me sentía atrapado, me sentí bien cuando mi novia me respondió que estaba bien cuando se lo pregunté, ella quedó arriba de mi, yo no veía salida, después sentí que alguien cerca logró salir.
Mi novia trataba de salir y la empujé y salio, para después yo tratar de salir de ahí, pero tenía mi pierna atorada, no sé cómo, pero pude salir, sin importarnos nada. Salimos caminando gracias a Dios, caminamos a la carretera, quedamos muy sacados de onda, se escuchaban muchos gritos, alguna gente salió como pudo, muchos quedaron atrapados, después gente de otros camiones y carros que se detuvieron bajaron a ayudar para sacar a la demás gente.
Me prestaron una lámpara y bajé a buscar mi mariconera donde traía mi celular para avisarle a mis papás, me asomé por donde salí, y me di cuenta que era la cabina del chofer, y quedé más sorprendido ya que mi novia y yo viajábamos casi hasta atrás del camión. Miré para adentro y no había pasada ni se veía nada, ya que el camión estaba totalmente prensado, ahí fue cuando vi a la primera persona fallecida, una señora grande de edad que quedó atrapada.
El chofer, a tres metros del camión, tirado, no sabía qué hacer, regresé con mi novia, la gente de emergencias llegaron después de hora y media, no saben todo lo que vi: gente que sacaban ya fallecidas, gente con fracturas, personas realmente graves. Nos trasladaron al hospital de Compostela, primero a la gente de más peligro, mis respetos para ese hospital que nos brindó gran ayuda, gente que supo del accidente llevó comida, ropa, etcétera, a todos, después de ahí los fueron trasladando a el hospital de Tepic, a algunos en helicóptero.
Como ya saben, hasta ahorita mucha gente está grave, va mucha gente que pierde la vida, y bueno, yo sin duda le doy gracias a Dios por darnos esta gran oportunidad de vida a mi novia y a mí, ya que fuimos los menos afectados. Ya estamos en Aguascalientes, en casa.
Mi más sentido pésame para todos los afectados, muchas gracias por el apoyo de todos, a la hermandad de la gente de Nayarit.
¡Volvimos a nacer!