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Sin Educación y Sinvergüenza

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Fui a la graduación varios jóvenes que egresaron de la universidad, obvio invitado por alguien de mi familia. Me llamó la atención la creatividad, entusiasmo, jovialidad y sobre todo, el espíritu de compañerismo: hombres y mujeres que lograban un objetivo y en ese momento solamente se divertían compartiendo su logro con sus respectivas familias. Previo a eso hubo una misa en Catedral.

Admiré lo sensacional que es la educación, pero también reflexioné que la palabra implica un alto contenido y significado, porque malentendemos y confundimos con preparación académica, y son dos cosas muy diferentes.

En entregas anteriores de Hablemos Claro les he expresado mi falta de atención a la preparación académica. Insisto en que me corrieron del kínder por ser hiperactivo, en la primaria tuve problemas que no quiero recordar, para obtener mi certificado y en secundaria me reprobaron en Educación Física, a pesar de ser un deportista aplicado, por un problema que tuve con el profesor.

Cuando tuve la oportunidad de ingresar al bachillerato, tuve que abandonar en el tercer semestre por falta de recursos económicos; luego regresé a la misma escuela para buscar terminarla en una segunda oportunidad; y entonces logré llegar al quinto semestre y no concluí por el bronconón muy fuerte que hubo y que ya expliqué aquí.

En ese transcurso estuve en dos generaciones y con la que debí haber salido acudí a su graduación infiltrado por uno de mis compañeros y me di cuenta de algo importante: La convivencia de las familias, el gusto de los padres por ver a sus hijos egresar de un bachillerato agropecuario, gente humilde que busca sobresalir. Fue una noche muy intensa porque al vivir en Aguascalientes me trasladé más de 40 kilómetros, y motivado en quedarme en ese graduación hasta las cinco de la mañana, me dieron oportunidad de descansar en un cuarto de un velador del Auditorio Municipal de Pabellón de Arteaga. Se terminó la fiesta y me quedé ayudado a limpiar todo el tiradero. Me levanté a las ocho de la mañana para tomar el camión de regreso y seguir la rutina de mi vida: la de un joven de 17 años en ese tiempo.

Luego, con en la graduación de la siguiente generación en la que estuve, también asistí como invitado, pero ya en otras condiciones. Había regresado de Estados Unidos, tenía trabajo como comerciante ya que contaba con una tienda de abarrotes, tenía ya también un vehículo y acudí acompañado de un amigo y con dinero en la bolsa.

Cambiaron las condiciones, pero me llegó la nostalgia y es que fue tan despreocupada mi vida de estudiante que no tuve éxito. No ponía atención, no fui estudiante «malo», fui regular, de ochos, nueves y dices aunque no estudiaba, hacía tareas ni preparaba exámenes. Me presentaba a hacerlos sin ninguna preparación previa y aún así me mantuve en el promedio.

Tener éxito en la vida es diferente al del estudio. En Estados Unidos me encontré con gente que había sido profesionista, se había ido de ilegal, y cuando regresé llegué a ver ingenieros trabajando de taxistas y no desarrollándose en su profesión.

Con el tiempo descubrí que ciertas cosas: la educación va de la mano con el estudio, pero muchas veces éste puede quedarse atrás y aún así se puede tener educación; pero también es a la inversa.

¿De qué sirve que ingenieros, abogados, médicos, arquitectos, etcétera tengan todo el estudio y egresen hasta honores si no tienen educación?

Cuando no ven y tratan al prójimo como su similar, ni dan trato de ser humano y amable a las personas, es cuando nos damos cuenta que podrán tener todos los títulos que quieran, pero carecen de educación.

Así sucede en la política con aquellos que ocupan puestos de elección popular. ¿De qué sirve que tengan toda la preparación si no saben atender a las personas?, y con un ejemplo basta: El ex gobernador Lozano. Se le nota la prepotencias hasta en su forma de mirar.

El permitió que se torturara a su pueblo por medio de un funcionario que creyéndose omnipotente hizo lo que quiso.

Ahora nos damos cuenta que todo está ligado al poder del sistema corrompido al extremo con funcionarios que han tenido varios cargos muy importantes, como es el caso de Eduardo Medina Mora, quien fue Procurador General de la República, y hoy me doy cuenta de la relación directa que tuvo o tiene con Felipe de Jesús Muñoz Vázquez.

Medina Mora llegó a ser el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y fue así que Muñoz Vázquez pudo obtener el amparo para que la CNDH bajara la información de la investigación que llevó a cabo por la tortura ejercida cuando este negro personaje fue procurador en Aguascalientes y en cuya recomendación integraron los casos de solo 19, de las cientos de personas que fueron sus víctimas.

Así nos damos cuenta que Eduardo Medina Mora, Carlos Lozano, Felipe Muñoz Vázquez y hasta Enrique Peña Nieto, que siempre salió con sus babosadas, resultaron inútiles para todo el pueblo que representaron. Toda la preparación que tienen la utilizaron para hacer mal.

Tanto así que ahora el pueblo de Aguascalientes está a nada de verse afectado, de una u otra manera, por pagar 800 millones de pesos que el gobierno federal le está cobrando al gobierno estatal porque en el sexenio de Lozano de la Torre no se comprobaron que fueran utilizados para lo que fueron otorgados esos recursos.

Estamos en peligro todos los aquicalidenses por esa posibilidad de que se aumenten impuestos o de una u otra manera se nos afecte, por ejemplo en el tema de seguridad, si hay que devolver ese dinero.

Eso es no tener educación para servir al pueblo que los «eligió». El mensaje debe ser fuerte y directo de parte de la sociedad para estos dos rufianes (Lozano de la Torre y Muñoz Vázquez) para que el castigo sea justo y que las autoridades muestren que sí deben pagar. Tal vez ellos estén pensando que son omnipotentes y quienes los pueden jugar también los vean así, sin adivinar que posiblemente ya no tienen ese poder y que están en declive.

Es cuestión de tiempo para que la justicia llegue y nos demos cuenta que son simples mortales. La justicia divina también llegará para cobrar lo que estos personajes hicieron.

Me despido con toda la fuerza del universo, con claridad y que se genere y sepa la verdad de lo acontecido.   

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